
Alguien me advirtió una vez, -"No toda la gente es buena, no confíes tanto en los demás"-, lo más lamentable de todo, es que ese alguien se puso como ejemplo, pero lejos de sentirme decepcionada con el mundo, decidí entender que todos nos equivocamos y merecemos una segunda oportunidad, para acallar nuestra culpa, y quitarnos todo peso que nos impida ver y darnos cuenta que si existen personas cuya naturaleza está inclinada hacia lo positivo, que busca el verdadero compromiso consigo mismo, quienes tienen un alma tranquila y pueden dormir en paz.
Decidí terminar por entender, que como seres humanos tenemos nuestros dos lados, el bueno y el malo, que en nosotros está cuál es el que queramos que domine a nuestro ser. Aunque también estoy convencida de que cada quien tenemos nuestra verdad y nos hace actuar de cierta manera, pero nunca perdonaré a quien intencionalmente busque agredir en cualquiera de las formas a otro ser humano.
"Pase lo que pase, nunca pases por encima de los demás..."
Por Ruth L. Acosta