- ¡Buenos días!
- Hola…
- ¿Por qué esa cara? ¿Qué pasa?
- No sé… creo que amanecí un poco cansada…
- No estás cansada, estás triste…
- Tal vez ...
- No entiendo porqué pudieras estar triste… tus ojos asoman una lágrima...
- Claro que no, sólo estoy cansada…
- ¿Ya miraste afuera? Es un día increíble…
- No, no lo he visto…
- Está el sol como te gusta, brillando en todo su esplendor. No seas tontita, sonríe…
- Claro, sabes que siempre sonrío…
- Sí, por eso me extraña ver esa carita…
- Ahorita es la mejor que tengo. No molestes.
- Tita, no seas boba, tienes mucho que agradecer a Dios… eres una mujer bendecida…
- Lo sé, gracias por recordármelo… disculpa.
- Sé cómo te sientes, pero sé que cuando enfrentas al mundo con una sonrisa… eso te hace imparable… indestructible…
- ¿Indestructible? ¿Que palabra es esa? No inventes, hoy no es domingo…
- Mira, por lo pronto, péinate esos pelos, vístete con tu mejor sonrisa y sal a disfrutar de éste día…
- Tienes razón… ¡El día está hermoso! Gracias…
- ¿Ves? ¿Que te costaba?, esa es la sonrisa que me gusta… te ves radiante… así me gusta verte...
Germán Dehesa...
-
Hoy es un día triste... el cielo no tiene estrellas... las voces
callaron... el ruiseñor voló lejos...
Se fue un gran hombre, un orgullo mexicano, alguien ...
Hace 14 años