jueves, 29 de enero de 2009

Aquel día...

Aquel Día


Aquel día en que conocí
aquel gentil caballero,
con su cabello de espuma
y sus zapatos de cuero.

Sus ojos más despiertos que la luna,
su sonrisa más cierta que la noche,
con su talento para convertir
siempre el caos en lo cierto.

De su espíritu emanaba la fuerza
del que tiene al mundo en un puño,
su pecho arrojaba la braveza
del joven toro embarnecido.

Es de todos bien conocido,
que su ternura lo ha enaltecido,
que su furia la aplaca el viento,
que es su mejor amigo.

Aquel día en que conocí,
aquel gentil caballero,
con su cabello de espuma,
y sus zapatos de cuero...

Ruth L. Acosta