domingo, 7 de junio de 2009

Mi Ciudad está de Luto


No había encontrado el valor suficiente para escribir, pero sobre todo tratar de comprender la gran y espantosa tragedia en la que de un momento a otro, mi ciudad Hermosillo, Sonora se vió sumergida...El dolor, sufrimiento, desesperanza y tristeza embargan no sólo a mi ciudad... sino a todo México... Estamos todos consternados...

El viernes 5 de junio, a las 3:00 de la tarde, hubo un terrible y trágico incendio en una guardería en la ciudad de Hermosillo, Sonora, en el cual perdieran la vida irremediablemente, 28 bebés, de edades entre 11 meses a 4 años... y en el transcurso de estos dos días, las cifran se han incrementado en 43 niños muertos... y más de 10 aún en condiciones graves en el hospital.

El dolor y la indignación se sienten en el aire, el respirar en los hospitales y funerarias de la ciudad es terriblemente pesado... el dolor es grande, fuerte, el llanto inconsolable de los padres de esos angelitos se ha hecho escuchar... ha sido una experiencia triste y lamentable para todos nosotros, incluso los que gracias a Dios, no nos vimos afectados directamente, pero que sentimos el dolor de igual forma.

Se decretaron tres días de luto en Hermosillo, el presidente de la república y su esposa se han hecho presentes, a los minutos de la tragedia hubo muchas muestras de apoyo y solidaridad, llegaron aviones-hospitales equipados para trasladar niños a centros hospitalarios en la república y en Estados Unidos que atienden y se especializan en atender a niños con graves quemaduras, fueron trasladados en aviones y helicópteros a estos distintos lugares, una vez fueron restablecidos y en condiciones que pudieran soportar el traslado, muchos otros se encuentran en condición grave en los hospitales, pidiendo un milagro.

Obviamente las instalaciones de ésta guardería, como muchas otras, no cumplían con las normas de seguridad mínimas requeridas, si no hubiera sido, por la gente que estaba cerca del lugar, la mitad de los niños, no hubiesen sido salvados, llegó un muchacho en su pick up, y al ver la necesidad de ayudar, no dudó un sólo segundo y derribó la pared de la guardería haciendo tres grandes agujeros, los que permitieron salvar a muchos niños, sin duda alguna fue un héroe, el cual no debemos olvidar, así como muchos voluntarios más que sin medir las consecuencias, entraron al lugar lleno de llamas y pudieron sacar más niños...

Cuanto nos falta por aprender como sociedad, las lecciones suelen ser más dolorosas cada vez... pero en estos momentos, tenemos que juntar fuerzas para luchar por una mayor seguridad para nuestras familias, pero no es momento de buscar culpables, sino de buscar compromisos...

Es triste, lamentable e indignante lo que ha pasado, algo que nunca debió haber ocurrido. La guardería, como muchas otras, son lugares en donde padres y madres, que tienen todo el derecho y necesidad de trabajar, dejan a sus seres más preciados, sus bebés, donde ellos piensan es un lugar, en donde van a estar cuidados, bien tratados y sobre todo protegidos, lugares los cuales tendrían que ser sometidos a pruebas y estudios de manera continua, los cuales deben ser operados con el mayor cuidado y respeto por la vida de esas criaturas, esos hermosos angelitos. Esos padres nunca imaginaron, que el lugar en donde confiaron a sus hijos, se convertiría en su tumba.

Pido a Dios con todo mi corazón, por esos angelitos que ahora están luchando por su vida en todos los hospitales de la ciudad, en la república e incluso en el extranjero, que Dios les de una oportunidad de una vida digna, que encuentren su milagro, pido por esos padres que han peridido a sus hijos, por aquellos que les ha tocado vivir el peor dolor que podamos experimentar en la vida. Dios les de fortaleza, serenidad y resignación. Se han formado cadenas de oración por todos ellos.

Es triste, no puedo escribir más... me uno al dolor de esos padres de familia que desgraciada y desafortunadamente les ha tocado experimentar.


"Los amigos de Jesús lo vieron y escucharon sólo unas pocas veces después de aquella mañana de Pascua, pero sus vidas cambiaron por completo.
Lo que parecía ser el final, resultó ser el comienzo; lo que parecía causa de temor, resultó motivo de valor; lo que parecía derrota, resultó ser de esperanza.
De pronto, una pared se convierte en una puerta, y aunque no podemos saber con claridad que se esconde detrás de ella, el tono de todo lo que decimos y hacemos en nuestro camino a esa puerta cambia de manera drástica."

Henri Nouwen. Una carta de Consuelo. Semillas de Esperanza.


"Dejad a los niños venid a mí, porque de ellos es el reino de los cielos", Mateo 19:14