domingo, 17 de mayo de 2009

Vicente Fernández






Expo-Gan Sonora 2009

En mi ciudad, durante los meses de abril y mayo, año tras año, como en muchas otras, celebramos "La Fiesta del Pueblo", la famosísima Expo-Gan Sonora 2009. Es un lugar, creado específicamente para la recreación y convivencia familiar, en donde podemos apreciar la algarabía del mexicano, dándose cita para visitar la exposición ganadera e industrial de nuestro estado. Se ofrecen juegos mecánicos, plazas con música viva todas las noches, espacios en donde diferentes grupos musicales, sobre todo de música norteña, invitan a las miles de personas a bailar. Podemos encontrar también, un amplio menú de distintos platillos mexicanos, sobre todo nuestra carne asada, platillo típico de la región, además de un sinfín de puestos que ofrecen comidas rápidas, en fin, por buena comida y bebida no nos podemos quejar.

Así también, mientras damos el recorrido por sus, un poco, empolvadas calles, ya que todo ahí es natural, podemos observar los diferentes locales con sus distintas áreas de juegos, como encestar la pelota, tirar con una escopeta a los patitos que van dando vuelta y un sinnúmero de juegos más en donde finalmente nos ganamos una taza, un mono de peluche, ú otra cosa por demás inútil, pero siempre resulta emocionante ganarnos algo, aunque al otro día no tengamos idea ni donde colocar nuestros premios, pero la sensación de "ganar" es muy satisfactoria.

Se ve desde lejos los coloridos e iluminados juegos mecánicos, desde la gigantesca rueda de la fortuna, el martillo, el rotor, y tantos juegos más, de donde vemos a los adolescentes y jóvenes bajar con cara de "no me vuelvo a subir", pero que están ahí año con año.

Ah! y como dejar de mencionar una de las principales atracciones de estas fiestas, como es la visita al Palenque de varios artistas, mexicanos y extranjeros, que nos ofrecen su mejor función.

Me decidí a ir, aunque la verdad hacía años que no iba, ya que no me gusta la aglomeración de personas, pero me hicieron una invitación que no pude rechazar. Ir al Palenque a ver a uno de mis artistas favoritos... Vicente Fernández... lo único malo, es que ya no alcanzamos lugar en la primera fila, cuando compramos los boletos, ya tenían semanas a la venta y se agotaron rápidamente.

Estuve sentada en las filas de enmedio, estaba el palenque a reventar, a su máxima capacidad, esperando a "Chente", y claro, no podía faltar la gordita exageradamente eufórica, y borracha además, sentada enfrente de mi, y que además estuvo parada buena parte del tiempo, que cual ancha y alta era, al compás de la canción que entonaba Vicente, se movía pa' todos lados... son momentos como ese en que me lamento de ser bajita... lo bueno, es que le daba por ir al baño seguido, y tardaba una eternidad en regresar, ya que las filas en los baños eran interminables, fueron los momentos en que pude disfrutar a mi querido Chente en todo su esplendor, que de no haber estado las pantallas gigantes ubicadas estratégicamente, me hubiera perdido de disfrutarlo toda la noche, es increíble como se puede uno encontrar con gente tan desconsiderada con los demás.

Que voz, que presencia, que calidad de Señor, quien desde que entró "al ruedo" llegó entonando a todo pulmón una de sus centenares de canciones, acompañado en todo tiempo de su mariachi, y a un mismo coro, la multitud de las aproximadamente 10,000 personas congregadas ahí, entonábamos sus canciones. Pude apreciar a un Vicente Fernández con la voz intacta, esa que nos incita a que en cualquier reunión de amigos, cantemos sus canciones de amor, desamor, despecho y traición, las cuales no pueden faltar para sacar todo los sentimientos que guardamos dentro, claro acompañados, como debe ser, de un buen tequila. Estuvo Chente, sin hacer pausa alguna, cantando sus mejores canciones, entre beso y beso de todas las mujeres que se le acercaban para saludarlo, darle una flor, un beso y un abrazo, de repente le hacían llegar mensajes escritos en una hoja de papel, fueron tres sombreros vaqueros los que le aventaron desde las gradas, el cual él tomaba y los ponía un segundo en su cabeza, para después regresárselo a su público... que cosa más curiosa... Él estuvo ya entrada la noche, tomando un trago de wisky entre sus canciones. Es un señor, que realmente se da a querer entre los millones de personas que seguimos sus éxitos musicales desde hace años. Un completo y total orgullo mexicano.

Disfruté realmente el concierto de Vicente Fernández, todos y cada uno de los inconvenientes valieron la pena, aunque decidimos salir del lugar antes que todos, ya que a la hora de la salida se vuelve un embrollo, por nuestra parte, habíamos dejado lejos el carro en una gasolinera que estaba a unos doscientos metros del lugar y tomamos un taxi, lo hicimos igual a la hora de la salida y así nos ahorramos tiempo y contratiempos. Pero finalmente, la noche estuvo excelente, disfrutar en vivo a Vicente Fernández, no tiene precio.

Tomé algunas fotos, pero no salieron tan cerca como yo hubiera querido, incluso tomé video, pero aún no sé como subir videos propios a mi página, con mucho gusto, después lo comparto con ustedes.

Les dejo una pequeña muestra de la calidad de voz y presencia de nuestro "Mexicano Predilecto", el máximo exponente de nuestra Música Vernácula, a quien tuve la fortuna de disfrutar anoche...