domingo, 26 de abril de 2009

ANTARES... Tercer Capítulo


"ANTARES"
Mi Primer Novela



Tercer Capítulo

Se escuchan unos fuertes pasos detrás de la puerta de entrada y por el colorido vitral se asoma una figura masculina, advierte Inés que alguien va directo a la recepción, entra un joven alto y delgado, quien dibujando una sonrisa saluda con mucho entusiasmo y alegría a la joven. –Buenos días, “china cochina cara de gallina”, ¿Como amaneció tu día, Inesilla del alma mía?”-, a lo que sonriendo la joven contesta, -Muy bien, “Martinillo cara de membrillo”, ¿Que me has traído esta mañana? Ó perdón, quiero decir, ¿Qué te trajo aquí esta mañana?-, contestó con una sonrisa pícara, -¡Ah! Sabía que me preguntarías, adivina que tengo en mis manos…- le contestó escondiendo sus manos en la espalda, -Un carro último modelo, el que te dije que quiero!- contestó rápidamente, a la vez que intentaba mirar por detrás del joven. –“Caliente, caliente”, algo parecido, porque sé que te gusta mucho, pero con la diferencia que éste si te lo puedes comer…- le dijo Martin Valdéz con su típica sonrisa. –Sí… me comería un carro, porque tengo mucha hambre, es la hora del cafecito con Anita, pero ella está tomándolo con otras personas, dime que es, te lo suplico-, insistió desesperada Inés, -Te lo doy, si me prometes que le darás un mordisco diario, luego no quiero que me acuses de que sólo vengo a engordarte y me eches en cara los kilos que tienes encima-, le dijo bromeando, -¡Dámelo ya!, no juegues conmigo cuando tengo tanta hambre, ya sabes que me pongo de mal humor, cuando no estoy comiéndome aunque sea una galleta-, insistió Inés, -Está bien, pero que conste-, le dijo Martín poniendo en su escritorio una barra grande de chocolate. -¿Dices que está ocupada Anita?, necesito hablar con ella- preguntó el joven mirando hacia la puerta que daba a la sala de juntas, - Así es, Martinillo, y parece ser que estará ocupada todo el día, me pidió Don Fernando que no los molestara, están en una junta muy importante, dime si te puedo ayudar en algo ó déjale algún mensaje, cuando salga se lo entrego, con mucho gusto…- le contestó la hábil y eficiente Inés, a la vez que se preparaba para escribir el mensaje, -Gracias Inesilla, pero mejor hablo con ella cuando se desocupe, dile que vine a buscarla, por favor, ¡Ah! Le entregas también esta barra a Anita, es su favorita- le dijo a la vez que le cerraba un ojo y emprendía camino hacia su oficina, no sin antes aventarle un beso que había atrapado en su mano.

No era la primera vez que Don Fernando sorprendía a Anita de esa manera, pero ella estaba consciente de que ese puesto hacía tiempo le esperaba, tenía tiempo cumpliendo cabalmente con las obligaciones de ese departamento, en el que hacía días lo dirigía un sobrino del director, el joven Lic. Francisco Serna, quien era bueno en lo que hacía, pero últimamente había descuidado sus funciones, ella siempre lo estuvo apoyando, estaba segura que él tenía algún problema, pero nunca consiguió que él le confiara, cuando por mucho tiempo habían sido buenos amigos, Francisco sabía que en ella podía confiar, pero algo extraño le pasaba, algo que ella no entendía, no estaba segura, pero su intuición le decía que eran problemas serios. Eso a ella le preocupaba, y más ahora que Don Fernando le estaba ofreciendo su puesto, decidió que lo mejor era platicar con Don Fernando una vez terminada la reunión, no podía poner en evidencia los problemas internos, necesitaba saber, exactamente qué había sucedido con Francisco, su amigo.

Llamó Don Fernando a Inés para que les ofreciera café a los invitados, una vez que todos estaban servidos, entregó Anita una carpeta con la información financiera a cada uno y otra con el proyecto que presentaría Don Fernando a los caballeros. Empezó la junta presentándoles brevemente el manual de organización de la empresa, donde pasó un video en donde por medio de fotografías mostró el historial del Consorcio Antares. Un documental hecho por especialistas de una compañía líder en creatividad y diseño, contratados ex profeso para diseñar la imagen de la que ahora sería Consorcio Antares. En éste documental, se mostraban fotografías de la Finca Antares, y de los 800 acres de viñedos, donde empezó todo éste gran emporio empresarial que crearía el papá de Don Fernando, Don Francisco Vega, un reconocido vinicultor de origen Vasco hacía ya 45 años, pero quien no lograría traspasar fronteras, como lo hiciera su hijo una vez que tomara la dirección y control de la empresa, logrando exportar su producto a otros países. Era la cartera de vinos de mesa y brandis del Consorcio Antares de la más exquisita calidad.

El negocio había ido bien, durante los últimos 15 años, pero en el último, dada la inminente crisis financiera mundial, tendrían que buscar otros mercados, el vender acciones a inversionistas extranjeros, como era, en éste caso Grupo Escarlata. Empezó Don Fernando explicando el lugar tan importante que mantiene México como productor de uva en el mercado internacional, -México es el quinto exportador a nivel mundial de uva de mesa y cuenta con los más altos estándares de calidad, inocuidad y sanidad que demanda el mercado, en el país se producen más de 650 mil toneladas en sus tres diferentes tipos de uva, como son, la uva de mesa, uva pasa y la uva industrial, ésta última es la requerida por la industria vitivinícola para elaborar el brandy. En el Estado de Sonora se produce el 70% del producto nacional- comentó con una gran seguridad Don Fernando mientras pasaban las gráficas de sus viñedos, sabía perfectamente de lo que estaba hablando, su voz era fuerte, clara y enmarcaba sus palabras con un gran entusiasmo. Estaban los caballeros españoles absortos con la explicación de Don Fernando, Anita aprovechó una pausa y entregó a cada uno los estados financieros de la empresa, para explicarlos después, lo cual hizo de una manera clara y concisa, demostrando una vez más su gran capacidad en los negocios.

Estuvieron pues, toda la mañana y parte de la tarde presentando ante los accionistas al Consorcio Antares, y analizando los estados financieros, explicando las condiciones en las que se encontraba ahora Consorcio Antares, pero también explicando las fortalezas y oportunidades con las que contaban.

Decidieron hacer una pausa para ir a comer, estaba lista la reservación en uno de los restaurantes más elegantes de la ciudad, acordando que continuarían con la reunión al siguiente día en la mañana, después de visitar los viñedos, los cuales quedaban a unos kilómetros de la ciudad.

Antes de salir, todavía en la oficina, intercambiaron impresiones de la junta Don Fernando y Anita, a lo que ella comentó, -Don Fernando, pude ver un interés genuino en los caballeros, tenga fe, todo está saliendo muy bien, ahora relájese y disfrute su compañía, prométame que ya no hablaremos de negocios, mañana será otro día…- Se dirigieron los cuatro ejecutivos a un restaurant de cocina internacional, prometiéndose no tratar nada relacionado al asunto, sino hasta el siguiente día...

Durante el trayecto, Enrique aprovechó para platicar más de cerca con Anita, la hizo que le prometiera que esa noche lo llevaría a conocer la ciudad, lo que ella, muy en el fondo, estaba esperando...