domingo, 5 de julio de 2009

"El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry


Hace muchos años leí “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, pero lo he vuelto a leer y volví a disfrutarlo, son de esos cuentos que uno lee y relee, y siempre encuentra algo nuevo en sus párrafos… quiero compartirlo con ustedes, lo considero una lección de vida, de imaginación, de entrega, de amor…

Es un cuento clásico, narrado de una manera tan sencilla, en donde nos remonta hacia el Desierto del Sahara, en donde un aviador, aterriza de emergencia, tras la descompostura de su avión.

En medio de su soledad, encuentra a un niño vestido de príncipe, y quien rápidamente no puede evitar tomarle cariño, sobre todo por su ternura…

Empieza así a vivir una experiencia que jamás olvidaría, El Principito venía de otro planeta, el cual dejó después de creer que su única y hermosa flor, no era sincera y que no lo quería, ya que él era incapaz de entenderla… le pidió al aviador le dibujara un corderito, y después de varios intentos de dibujarlo, finalmente el Principito se encantó cuando le dibujó sólo una caja de cartón con dos agujeros, suponiendo al corderito adentro.





Era el planeta del principito muy pequeño, habitado sólo por su amada flor, unos baobabs y sus tres volcanes, uno de ellos extinto, pero que pensaba que algún día le daría uso… desde su hogar le encantaba ver las puestas de sol.





Estuvo recorriendo varios planetas el Principito en busca de un amigo y tratando de entender la vida, pudo conocer el planeta de un rey, el de un vanidoso, un hombre de negocios, un borracho, un farolero y un viejo geógrafo, personajes interesantes que alguna lección le dejaran tras su visita.

Finalmente aterrizó en la tierra, donde pudo conocer a un zorro y a una serpiente venenosa, se hizo amigo del zorro e incluso lo domesticó, gracias a la insistencia de su nuevo amigo, quien le enseñara una gran lección: “Sólo se ve bien con el Corazón, lo esencial es invisible a los ojos”, entendió también que su rosa era única, distinta a todas las demás, con un candor e inocencia que le caracterizaban, y se dio cuenta que la extrañaba y deseaba estar con ella en su planeta y le comentó al aviador: "¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. ¡Me perfumaba y me iluminaba la vida. ¡No debí haber huido jamás! ¡No supe adivinar la ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era demasiado joven para saber amarla"; y finalmente la serpiente mordería al Principito, ya que era el único modo de regresar a su asteroide, pero eso dejaría un dolor muy fuerte al aviador, quien finalmente compondría su avión y nunca olvidaría al Principito, quien se llevó el dibujo de su corderito a su planeta, le pidió el Principito que lo recordara cuando viera una estrella, no le quiso decir cuál era su estrella, para que él, al ver una ó muchas estrellas lo recordara siempre…

13 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Es un libro estupendo que todas las personas deberían leer al menos una vez en la vida.
Saludos

Caselo dijo...

Fue el primer libro que leí mi querida Ruth. Precisamente hace poco volví a repasarlo porque se convirtió en un tratado sobre la vida y las pequeñas cosas muy importante para mi. Gracias por compartirlo en tu espacio. Aquí se ve como una estrellita que sonríe todo el tiempo

Un abrazo de oso y un besito de mago

Carlos Eduardo

Anónimo dijo...

¡Como me gusta ese librito!, yo lo tengo lo he leido varias veces.
En cierta forma la temática de mi blog, está relacionada con ese libro.

http://ianmnick.blogspot.com/2009/03/turana-hott-kurdis-by-hasta-la-otra.html

Libros, Literatura... Cuentos

aapayés dijo...

Que lindo.. los recuerdas nacen con tu entrada.. el principio..
Excelente libro.
Gracias por compartirlo

saludos fraternos con cariño
un abrazo

besos

Emilio dijo...

Extraordinario, un libro que nadie debería dejar de leer y releer, tiene tantos mensajes que siempre descubres algo nuevo en cada lectura.

Un fuerte abrazo.

Pablo Vargas dijo...

12 años despues de haberlo leido en primaria sigue siendo mi libro favorito. Quizas era un chamaco cuando me encontre con el, pero su huella es imborrable. Un gran libro que todos deberiamos leer. Nunca podre olvidar la frase

"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio"

Me encanto. Gracias por traerme tan gratos recuerdos. Saludos señorita!!

Maribel dijo...

Querida Ruth,

hoy nos hablas de un libro imprescindible y encantador ... me trae recuerdos preciosos.

Muchas gracias por rescatarlo de la memoria,

con cariño, Maribel.

Cynthia dijo...

Va pasando de generación en generación... bello libro!!! creo que todos tenemos uno en la biblioteca, como uno de los primeros leídos.


besos muchos.
cariños.

Walter Portilla dijo...

También lo recuerdo mucho, las imágenes se quedaron grabadas en mi mente desde su primera lectura. Cómo olvidar un libro que derramaba amor y dulzura. Besos mi querida Ruth.

Carolina dijo...

Pues debo decir que no lo he leído nunca. Pero porque tal vez esperé tiempo a que alguien me lo regalara, por cariño o amistad, no sé, pero tuve la sensación de que no debía comprarlo. No es un poco raro?. Besos, Ruth!

Inés dijo...

Ruth, es maravilloso el libro, no tiene edad.
gracias,

muchos besos,

Suricato dijo...

"Mais les yeux sont aveugles. Il faut chercher avec le cœur."

No ocupa traducción

Abrazos

Suri

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Un libro que siempre dice algo al alma cada vez que lo lee uno. Lo he leido muchas veces y se lo compre especialmente a mi hija cuando aun era casi una nena, aunque ya lo tubiera en casa.

Trae frescura para ver la visa con belleza.

Gracias por recordarnoslo